Estudiantes Indígenas, Multilingües y Virtuales
Yaneth Molina
@YanethMolina99
2 de agosto de 2021
This is the thirteenth in a series of blog posts by participants in the 2019 ACLS Digital Extension Grant project “Ticha: advancing community-engaged digital scholarship” (PI Lillehaugen) published on GlobalSL / Community-based Global Learning Collaborative and Ticha. Previous blog posts are available here: (1) Lillehaugen/January 2020; (2) Flores-Marical/February 2020; (3) Kawan-Hemler/March 2020; (4) Lopez/July 2020; (5) Kadlecek/1 August 2020; (6) García Guzmán/15 August 2020; (7) Park/September 2020; (8) Zarafonetis/October 2020, (9) J. Lopez/Nov 2020, (10) Velasco Vasquez/February 2021, (11) Lillehaugen/March 2021, (12) Plumb/April 2021.
This blog is from the perspective of a participant in the Ticha Conversatorios (described in previous blogs: Lopez/July 2020 and García Guzmán/15 August 2020).
Introducción
Mi nombre es Yaneth Molina y soy hablante del zapoteco del Istmo. Soy originaria de la región istmeña, mi familia es de un municipio llamado la Villa de San Blas Atempa. En San Blas, los niños hablan nuestra lengua zapoteca cuando juegan y cuando están con sus familias aunque los maestros no sean hablantes del zapoteco y aunque a veces no nos permiten hablar nuestra lengua en la escuela. Yo aprendí mi lengua en mi hogar y continué hablando zapoteco con mi abuelita, mi madre y mis tíos.
Mi familia y yo nos mudamos a la comunidad Tlacolula de Matamoros, parte de la región de los Valles Centrales de Oaxaca, ahí es donde estudié y concluí mi preparatoria.
Voces del Valle
Conocí a las doctoras Xóchitl Flores-Marcial y Brook Lillehaugen por medio del proyecto Voces del Valle que se enfoca en estudiar y difundir la lengua zapoteca. El proyecto me llamó la atención, porque como mencioné vengo de una familia istmeña (hablante del zapoteco) y me interesó conocer las diferentes variantes del zapoteco. En el bachillerato CETIS 124 había un notable número de alumnos hablantes del zapoteco del Valle, hablan zapoteco de Quialana, de Quiaviní, de San Baltazar Guelavila, y de Tlapazola por ejemplo.
Durante el verano del 2016 hubo una convocatoria para estudiantes zapoteco-hablantes en nuestra escuela CETIS 124, y que se unieran al proyecto Voces del Valle. En una de las primeras reuniones de Voces del Valle, el director de la escuela nos comentó que por parte del proyecto, nos iban a proporcionar tabletas y también internet para escribir tweets en zapoteco desde nuestra escuela. Uno de los requisitos requería que los hablantes fueran hablantes del zapoteco del Valle, ya que yo hablaba zapoteco del istmo, yo no presenté la convocatoria, pero en la reunión yo me presenté con el grupo de la Dra. Brook y les demostré mi interés. Cuando los integrantes del proyecto Voces del Valle empezamos a tuitear en nuestras diversas lenguas zapotecas, una de mis compañeras que es originaria de Tlapazola, me comentó que le emocionaba poder tuitear en zapoteco y compartir el conocimiento de su comunidad que produce barro rojo. Esto era aún más significativo porque lo iba a poder hacer en zapoteco, su lengua materna. Y como ella, hubo muchos estudiantes que expresaban su emoción al tener una herramienta y una oportunidad para compartir nuestras lenguas en un espacio virtual. Ahí fue donde vi, por experiencia propia el multilingüismo que está representado en un centro educativo rural. En este caso en la preparatoria de Tlacolula, Oaxaca donde los estudiantes hablan varias lenguas indígenas incluyendo variantes del zapoteco y otras lenguas como el mixe y el mixteco, lo interesante para mi era que ningún maestro habla alguna de nuestras lenguas.
Al participar en este proyecto digital, me interesaba mucho el hecho que podía librar las fotos que yo tomaba durante las vacaciones que pasaba con mi familia en San Blas Atempa, y compartirlas con el mundo virtual. Estas fotos cuentan las historias de las personas, hombres y mujeres y sus vidas cotidianas en el pueblo. Por ejemplo, mujeres vendiendo totopos y verduras en el mercado, o los señores y niños pescando o fotos de las fiestas y de la manera en la que se celebran en el Istmo, que es muy distinto a los Valles Centrales donde actualmente radico.
Varios alumnos que observaban el trabajo de los estudiantes de Voces del Valle les llamó la atención los tweets que hacíamos y de la manera en la que convivimos. Aunque no hablaran zapoteco y aunque no entendieran todos los detalles, los estudiantes se acercaban para preguntar sobre lo que estábamos compartiendo en redes sociales. En lo personal, disfruto mucho que a las personas en el mundo virtual les gustaran mis publicaciones. Recibí mensajes de usuarios de Twitter donde me agradecieron que yo compartiera las fotos de San Blas Atempa. Hubo algunas personas que me pedían que siguiera compartiendo esas imágenes que los conectaban con el pueblo en el que ya no vivían. Y me sorprende cada vez que alguien me contesta en zapoteco, como se puede ver en la siguiente imagen.
Pasado el tiempo, junto con otros compañeros, me gustaba asistir a las visitas que realizaba la Dra. Brook con sus estudiantes en el CETIS 124. Me agradaban mucho los temas de cómo analizar documentos coloniales y reconocer los esfuerzos que hicieron nuestros antepasados para conservar nuestra lengua. Es por esto que he continuado participando en los proyectos que ha desarrollado el equipo de Ticha. Este año, por primera vez en mi vida, participé en una conferencia de lingüística internacional llevada a cabo en Hawai. Aunque no fuimos a Hawai, por cuestiones del COVID, pude asistir de una forma virtual a la sesión donde el público nos podría preguntar sobre nuestra participación en un nuevo proyecto de Ticha, Caseidyneën Saën y los Conversatorios.
Mi experiencia en los Conversatorios Ticha
En el transcurso del año pasado julio 2020/ 15 de agosto 2020 la Dra. Xóchitl dirigió un taller en donde participamos estudiantes, y hablantes de diferentes variantes del zapoteco incluidas las comunidades y municipios de San Blas Atempa, San Lucas Quiaviní, Diaz Ordaz, Teotitlán del Valle, así como personas de la Sierra Norte, de las comunidades de Lubina, Yalina y Yatee.
Así pudimos interactuar entre las diferentes variantes de zapoteco en estos Conversatorios, y veíamos distintos temas en cómo nuestros antepasados zapotecos escribían nuestras lenguas para producir documentos como testamentos. Juntos pudimos apreciar cómo ha cambiado nuestra lengua, vimos también que en sus documentos antiguos (testamentos) dejaron detalles de sus vidas que aún podemos entender a pesar de los cientos de años que nos separan de nuestros ancestros.
Otro tema discutido en los Conversatorios fue sobre los números y ver cómo usaban los números nuestros antepasados zapotecos hace 500 años. Fue divertido escuchar las maneras de contar de mis compañeros y darnos cuenta de lo que ha cambiado. Lo emocionante fue ver un libro de la época colonial donde veíamos documentadas las estructuras que tenían los números.
Tomaré de ejemplo el número 11. Como se observa en la imagen dice Chijbitobi. Pudimos descifrar que utilizaban matemáticas para poder formar la palabra o número en zapoteco.
chij=10 bi =y tobi =1 = 11
Aprendí muchas cosas en los Conversatorios que pude compartir con mi familia. Les mostré todos los ejercicios que hacíamos en los Conversatorios en lo que ellos me comentaron que se sentían muy orgullosos de sus raíces y de poder aún conservar la lengua también. Les parece muy interesante todo el trabajo que realiza el equipo de Ticha.
Fue una experiencia agradable y con mucho aprendizaje para mi. Después de todo esto me gustaría poder compartir con otros hablantes o interesados sobre la lengua todo lo aprendido y mis conocimientos como zapoteca.
Ahora soy participante de la segunda serie de los Conversatorios Ticha, donde estamos aprendiendo a dar nuestros propios talleres sobre estudios zapotecos. Por ahora me voy a enfocar en dar un taller sobre el sistema de números zapotecos a un público de niños. Por otra parte, me interesa mucho aprender sobre los testamentos para un público de adultos porque en colaboración con otros zapoteco hablantes podemos rescatar palabras que están ahí guardadas y que ya no se usan. La palabra bixoce, por ejemplo, ya no se usa en ciertas variantes de zapoteco, pero en mi lengua aún la ocupamos para referirnos a nuestro padre. En un futuro me gustaría visitar los archivos que resguardan los documentos de mis ancestros.
Mi cuenta en Twitter es @YanethMolina99, en donde comparto fotos, videos y palabras traducidas del zapoteco a español usando los hashtags #UsaTuVoz y #ZapotecoColonial. En esta cuenta también incluye más sobre las costumbres y tradiciones de mi pueblo, me gusta compartirles fotos de la vida cotidiana en San Blas. A través de todo lo aprendido en los Conversatorios Ticha me es agradable compartirles mi experiencia. Quedo ansiosa de poder viajar a otros lugares para compartir lo que he aprendido, pero también para seguir aprendiendo. Y espero con este blog llegar a más personas.